Pequeños grandes proyectos
A menudo focalizamos nuestra atención hacia grandes proyectos de transformación de vehículos o en acentuar los últimos avances tecnológicos del sector, y a menudo, los árboles no nos dejan ver el bosque.
Hace unos días vivimos una historia que nos lo hizo recordar:
Todo empezó con la llamada de Natalia, la madre de Oliver. Nos pedía información para la transformación y adaptación de un vehículo con una silla de ruedas que debe utilizar su hijo.
Oliver es un niño de 3 años con una enfermedad que le obliga a ir en silla de ruedas.
A pesar de no ser una petición habitual decidimos analizar el caso con detalle, y durante el estudio previo al proyecto nos aparecieron dos retos a superar:
El primero eran las dimensiones reducidas del vehículo (Nissan NV200) donde ubicar la plataforma elevadora automática y una silla de ruedas. El segundo desafío era la tipología de la silla de ruedas, ya que se trataba de un modelo especial adaptado para Oliver.
Después de varios días de trabajo por parte del departamento tecnológico hallamos la solución para superar ambos obstáculos mediante unos anclajes seguros y homologados para fijar la silla de ruedas y una plataforma elevadora con las dimensiones idóneas para el vehículo.
Una vez finalizado este pequeño proyecto y entregado al vehículo a la familia pudimos reafirmar y recordar el significado de nuestro trabajo:
Facilitar el día a día de las personas y los profesionales.